sábado, 24 de septiembre de 2016

Anécdotas sobre la letra "jota".




La siguiente nota le pertenece a la activa página Castellano.org. Creo que es bueno compartirla. En este artículo me terminan de aclarar la historia de una frase muy común en a conversación coloquial de mi país. Por lo que deduzco, la frase de marras es de uso generalizado en el habla castellana en general. Pues como no lo sabía,  "queda a pelo"  que yo de esta letra no sabía "ni jota" del tema.

LA JOTA

La letra jota no existía en el alfabeto romano, en el que se confundía con la "i"; y ambas están emparentadas en tal medida que la letra jota se pronuncia como "i" en el alemán moderno y en otras lenguas. La jota fue introducida en la imprenta por tipógrafos holandeses y llegó al español de la mano de uno de ellos, Pedro Ramus, razón por la cual hasta algunas décadas atrás, muchos la llamaban "jota de Holanda".
Sin embargo, los holandeses no inventaron la jota; la tomaron de la iota griega, que provenía, a su vez, de los alfabetos hebreo y caldeo, en los cuales era la letra más pequeña, de donde surgió la expresión "no sabe ni jota", que equivale a "no sabe nada, ni la letra más pequeña".

ACOTACIÓN:
Para no quedarme solo con la nota, agrego lo que de esta letra  dice el Panhsipánico (2005):
Undécima letra del abecedario español y décima del orden latino internacional. Su nombre es femenino: la jota (pl. jotas). Representa el sonido consonántico velar fricativo sordo /j/. Esta pronunciación es la normal en los dialectos del centro, este y norte de España y en varias regiones de Hispanoamérica. Pero en los dialectos meridionales de la España peninsular, en Canarias y en amplias zonas de Hispanoamérica, existe una tendencia generalizada a la aspiración de este sonido: [muhér, hamón, tehádo] por mujer, jamón, tejado. El sonido /j/ lo representa también la letra g ante e, “I”.  En algunos nombres propios y sus derivados,  se usa la grafía arcaica “x”.

lunes, 4 de julio de 2016

RECOMENDACIONES PARA EL USO DEL PUNTO Y SEGUIDO

Imagen tomada de la siguiente dirección: http://www.cellartracker.com/wine.asp?iWine=1467429

En principio,  el uso del punto y seguido el de más fácil empleo. Básicamente, este se usa para separar enunciados o ideas independientes que se escriben sucesivamente. Sin embargo, cuando se redacta aparecen situaciones en las que la selección del punto o de otro signo dependerán de la intención del redactor. 
Por ejemplo: 
·  Ha terminado su tarea. Ya puede ir a su casa.
·  Ha terminado su tarea; ya puede ir a su casa.
·   Ha terminado su tarea: ya puede ir a su casa.

En los enunciados anteriores, la selección del signo dependerá de  la intención del redactor. En el primer caso, se busca que el lector entienda que ambas ideas deben asimilarse independientemente; en cambio, en el segundo, el punto y coma indica que hay un nexo consecutivo elidido (el nexo "por lo tanto") y los enunciados deben leerse con una relación interna; en el tercer caso, el uso de los dos puntos indica que la segunda idea es una consecuencia subordinada a la anterior.
Por lo expuesto, el uso del punto y  seguido - en determinados momentos - está más supeditado a la intención del texto que a una regla fija.

CLASES DE PUNTO
        Aunque la siguiente clasificación es bastante obvia,  la agrego para comenzar con orden este tema.
El uso principal del punto es señalar gráficamente la pausa que marca el final de una oración, de un párrafo o de un texto. Se debe escribir  sin separación de la palabra que la precede y separado por un espacio de la palabra o el signo que le sigue. La palabra que sigue al punto se escribe siempre con inicial mayúscula.
Recibe distintos nombres, según marque el final de una oración, un párrafo o un texto:
a.       Si se escribe al final de un enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se inicia otro, se denomina punto y seguido.
b.      Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se denomina punto y aparte.
c.       Si se escribe al final de un escrito o de una división importante del texto, se denomina punto final.


 NOTA. En este último caso, no es correcta la denominación punto y final.

CASOS EN LOS QUE NO SE USA PUNTO Y SEGUIDO
La siguiente lista de casos en donde no se debe usar el punto y seguido puede ser muy útil.

01.   En títulos y subtítulos:
-          Nunca se escribe punto tras los títulos y los subtítulos cuando aparecen aislados (centrado o no) y son el único texto del reglón.
02.   En nombres de autor:
-     No usa punto final en los nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y otros documentos.
03.   En dedicatorias:
-     Las dedicatorias que se sitúan al principio de los escritos no suelen llevar punto final. Solo cuando la dedicatoria está constituida por varios párrafos, es aconsejable escribir punto y aparte al terminar cada uno de ellos y cerrar con punto final.
04.   En pies de imagen
-      Textos que aparecen bajo ilustraciones, fotografías, diagramas, etc., dentro de un libro o una publicación periódica no suelen cerrarse con punto cuando constituyen etiquetas. Solo cuando los pies de imagen no son propiamente etiquetas, sino explicaciones de carácter discursivo que suelen tener estructura oracional, deben cerrarse con punto.
05.   En eslóganes
-        Estos no llevan punto final cuando aparecen aislados y son el único texto en su línea. Solo cuando estos mensajes publicitarios están compuestos de dos o más enunciados separados por puntuación interna, el uso del punto final es admisible.
06.   En enumeraciones en forma de lista
-       En las clasificaciones o enumeraciones en forma de lista, se escribe punto tras el número o la letra que encabeza cada uno de los elementos enumerados.
07.   En índices
-        En los distintos tipos de índices de contenidos, de materias, onomásticos, cronológicos, etc., no se escribe punto al final de cada línea.
08.   En direcciones electrónicas
-     Puesto que el punto final no forma parte de las direcciones electrónicas, no se escribe cuando estas constituyen  el único texto en su línea o cuando no cierran enunciado.
09.   Con signos de interrogación, signos de exclamación y puntos suspensivos
Después de los signos de cierre, tanto de los de interrogación como los de exclamación no se usará punto seguido. Podrán usarse otros signos, según las características de la construcción.


jueves, 30 de junio de 2016

IMPORTANCIA DE LA PUNTUACIÓN





Fíjate en los dos ejemplos y nota cómo cambia el sentido del enunciado solo con un cambio en  la puntuación.
- Luis   mira la calle
- Luis,  mira la calle

En el primer caso, el enunciado cuenta que Luis es quien mira la calle; en cambio, en el segundo caso, se le pide a Luis que mire la calle. Esto demuestra la importancia que tiene la puntuación en la construcción y sentido de un texto.

La puntuación es un recurso esencial para articular el contenido de un texto, es decir, para unir las ideas de manera coherente.

Con este comentario, se inicia una  sucesión de notas en las que se comentarán temas relacionados con la puntuación y, además,  se sugerirán algunas recomendaciones. 
Para que este post no quede tan mezquino, un adelanto relacionado con el  uso de la coma.

USOS DE LA COMA

a. Hay comas de uso obligatorio:
- Lima, la capital, renace. (Son comas necesarias para remarcar la aposición).

b. Hay comas que dependen del estilo y de la intención.
- Volveremos a la oficina, por si acaso.  (La coma es de énfasis, tal vez, a modo de advertencia).
- Volveremos a la oficina por si acaso. (La ausencia de la coma trasluce un asunto de prevención).

c. Hay comas prohibidas:
- La bella muchacha, se acercó hacia el puente. (La coma no debe separar sujeto y predicado)
- Ellos venden, casas y terrenos. (La coma no debe separar verbo de su complemento directo)

martes, 8 de marzo de 2016

DOBLE ACENTUACIÓN o TILDACIÓN OPTATIVA


Lo siento, pero antes de cerrar el bloque de notas sobre la tildación, pienso que es necesario desarrollar  una buena cantidad de contenidos, al menos los imprescindibles; es decir, esos temas  que a veces no se abordan por lo común,  pero que, repentinamente, aparecen como duda en algún texto.  Entonces, ni modo, paciencia, y avancemos en este capítulo denominado la tildación optativa o doble acentuación.
Por ejemplo, ¿qué construcción parece la más adecuada? Atención con la acentuación.
-          El meoro se acercaba peligrosamente al planeta.
-          El meteoro se acercaba peligrosamente al planeta.

Pues ambas. Lo mismo sucede con otros términos como período o periodo, elixir o elíxir, ícono o icono entre  una  larga lista de palabras que el DRAE admite  con doble opción de acento: prosódico y ortográfico, es decir, con tilde o sin ella.

¿CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN?
Ahora bien, siempre habrá cierta preferencia por la escritura de una palabra con tilde o sin ella. Esta preferencia está determinada, por lo general,  por tendencias  regionales. Por ejemplo el vocablo video sin tilde es de mayor aceptación en países como Perú; mientras que vídeo, con tilde, al parecer, tiene más aceptación en España.  Otro ejemplo interesante es el sustantivo futbol que, escrito así, sin tilde, es de uso más corriente en América Central; en tanto, fútbol, con tilde, es más común en América del Sur.

¿CUÁL ES LA EXPLICACIÓN?
Por supuesto que hay una explicación de corte académico para este asunto de la doble acentuación, pero sería farragoso abordarla  en una breve nota como esta. Sin embargo, alcanza espacio para señalar que un estudioso como Leonardo Gómez Torrego ha escrito algunos comentarios interesantes sobre este tema. Por ejemplo, comenta – extrañado - la aceptación del vocablo alergeno, sin tilde,  a pesar no ser la forma etimológica que era, más bien, alérgeno, con tilde. Lo mismo sucede con la inclusión del nominal elite con acento prosódico atendiendo a su etimología francesa para acompañar a la forma tradicional élite con acento ortográfico a la que estamos más acostumbrados.

RECOMENDACIÓN
En fin, el asunto va para largo. Sin embargo, lo más práctico para todos los redactores es tener cuidado con la larga relación de palabras de tildación opcional, y si hubiera que elegir una de las formas, entonces habrá que inclinarse por la de uso más común en la redacción estándar o, en todo caso, la que prefiera la región en donde trabajamos. Por ejemplo, no creo que en Perú estén familiarizados con la escritura de la palabra chófer, tildada. En este caso, lo más común para nuestro territorio es chofer, así, sin tilde.
A continuación una moderada relación de palabras de doble acentuación o tildación optativa. Ojalá les sirva.
- aeróbic / aerobic 
- jacarandá  / jacaranda
- aeróstato / aerostato 
- kárate / karate
- áloe  / aloe 
- Kósovo / Kosovo
- alvéolo / alveolo                                          - 
- Lauréola / laureola
- Amazonía / Amazonia
- Lítote / litote
- Malí / mali
- ayatolá / ayatola
- balaústre / balaustre                                  
-   beréber / bereber
- mímesis / mimesis
- bímano / bimano
- mísil / misil
- bronquíolo / bronquiolo
- bungaló / búngalo
- cántiga / cantiga                                      
- naíf / naif
- celtíbero / celtibero
- olé / ole
- cuadrúmano / cuadrumano
- olimpíada / olimpiada
- culi / culí
- omóplato / omoplato
-  deíxis / deixis
- ósmosis / osmosis
-  dínamo / dinamo
- pábilo / pabilo
- domínica / dominica
- pachulí / pachuli
 electrólisis / electrolisis
- páprika / paprika
- elíxir / elixir
- pecíolo / peciolo
- estriptís / estriptis
- pénsil / pensil
 Éverest / Everest
- píxel / pixel
- exégesis / exegesis
- polícromo / policromp
 exégeta / exegeta                                           

jueves, 25 de febrero de 2016

LA TILDACIÓN EN LOS ELEMENTOS INTERROGATIVOS EXCLAMATIVOS

Imagen tomada de Ejemplosde.com.mx

Ya casi está por terminar esta selección de notas sobre la tildación. Espero que les esté siendo de utilidad a algunos de ustedes.
Ahora hay que abordar el asunto de la tildación sobre los elementos interrogativos y exclamativos. El asunto no es tan sencillo como pareciera.
Primero daremos algunos ejemplos generales; luego indicaremos los casos particulares en donde aparecen algunas dudas y, finalmente, situaciones particulares en donde la tildación dependerá de la intención del redactor.

DIFERENCIAS ENTRE LAS PREGUNTAS Y EXCLAMACIONES DIRECTAS E INDIRECTAS
a.       Casos directos – con signos de entonación
-          ¿Qué ha pasado?
-          ¡Qué libro más extraño!

b.      Casos indirectos – sin signos de entonación
-          No sabemos qué ha pasado.
-          Por cierto, qué hermosa portada de libro.

Como te habrás fijado,  la tildación sobre estos pronombres (interrogativos y exclamativos)-  en el caso de las preguntas directas -  es más fácil de detectar. La presencia de los signos de entonación, más la natural intensidad que recae sobre los pronombres resaltados en negrita, permitirá determinar el uso de la tilde.

¿QUÉ SUCEDE CUANDO LAS PREGUNTAS Y EXCLAMACIONES SON INDIRECTAS?
 Si te fijas en el ejemplo anterior -  de los casos indirectos -  notarás que no hay signos que respalden el uso de la tildación. Ahora bien,  los signos sí hacen falta: es indispensable hacer uso de ellos. Sin embargo, se acepta que podría haber confusión en ciertas expresiones que usan las mismas palabras, pero que no necesitarán de esta tildación porque – obviamente – no son los casos de interrogaciones ni de exclamaciones.
Un par ejemplos:
a.       Casos interrogativos y exclamativos indirectos
-          Por favor, dinos cuánto debemos esperar para saberlo.
-          Por cierto, cuánto dolor debió sentir aquella vez.
b.      Casos diferentes en donde no hay sentido interrogativo o exclamativo
-          Dile que iremos en cuanto podamos a la reunión.
-          Es verdad cuanto te he dicho, amigo.

En el caso "a" se usa la tilde, pero en el el caso " b " (siendo las mismas palabras) se omite el uso de ella ¿Por qué? 
Porque en el segundo bloque - obviamente -  dichas palabras no funcionan como interrogativos   ni exclamativos. 

¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS PARA DETERMINAR LA TILDACIÓN?
Pues bien, aun cuando no es consejo académico,  generalmente puede funcionar en casos de duda  y, más aún, cuando estemos apurados en la redacción de nuestros textos. 
Resulta bastante útil enfatizar la voz sobre el pronombre o adverbio supuestamente interrogativo o exclamativo. Dicho de modo más simple, subir la intensidad de la voz sobre la palabra en cuestión. Si en el contexto parece tener sentido  con el propósito del enunciado, entonces se confirma el uso de la tildación.
Atención con siguientes  los ejemplos:
a.       No sabe cuántos  participaron en la votación. 
      Si se enfatiza el elemento resaltado, se notará el sentido interrogativo indirecto. Coloquemos la tilde
b.      Lo sabremos en cuanto hagamos un recuento. 
     Si se intenta enfatizar  el elemento resaltado, se notará que no es una situación interrogativa y que, por lo tanto, no necesitará de la tilde.

Más ejemplos:
-          No entiende cuán grande es  su desdicha / No sabría cómo explicarle el asunto 
       Preguntas indirectas
-          Mira qué fácil / Hay  que ver cuánto has crecido 
      Exclamaciones indirectas
En cambio:
-          Dijo que todo era sencillos / Ejercicios como estos ayudan / iré en cuanto pueda 
     Son casos en donde no hará falta este tipo de tilde.

CASOS DE PREGUNTAS DIRECTAS EN DONDE NO SE USARÁ LA TILDE
Resulta que hay situaciones de preguntas y exclamaciones directas (con signos) en donde no deberá colocarse la tilde, aunque la forma oracional pareciera requerirla
Ejemplo:
-          ¿Que no sabes quién es Pepe?
-          ¡Como si fuera tan fácil!
 Si te fijas bien, no es recomendables el uso de la tilde. No hay intensidad. 

En estos casos se puede utilizar el mismo recurso; es decir determinar primero su sentido por la intensidad prosódica (la fuerza de la voz). Inténtalo. 
Como te das cuenta, las palabras resaltadas no funcionan como enfáticos y no necesitan de tilde 


CASOS ESPECIALES
Sin embargo, el asunto no termina allí. Te puedes encontrar con situaciones en donde la elección de la tildación dependerá del sentido del mensaje.
Por ejemplo:
      -  Se ha olvidado de quién  la cuidó todo su infancia
Es decir, se ha olvidado de qué persona la cuidó, no recuerda quien fuera esa persona. Se debe colocar la tilde.
b    - Se ha olvidado de quien la cuidó toda la infancia
Es decir, se ha olvidado de la persona que la cuidó, ya no tiene presente a esa persona. No hay necesidad de tilde.

Otros ejemplos: 
a    -  La decisión dependerá de cuántos participen en el proyecto
Es decir, la decisión dependerá de qué número de personas participen en el proyecto. Se debe colocar tilde.
b    - La decisión dependerá de cuantos participen en el proyecto
Es decir, la decisión dependerá  de lo que opinen las personas que participen en el proyecto.


CONCLUSIONES
Ojalá te sirva esta nota ortográfica. Después de todo,  no sabemos cuándo puede aparecer una frase interesante, pero complicada en nuestro texto. Pues bien, cuando eso suceda ya tienes una salida que te ahorrará tiempo.
¿Cuándo puede suceder? ¿Quién podría tener  otra mejor opción? No sabría responder bien por ahora. ¿Quien la tenga, la compartirá? Esperemos.


jueves, 18 de febrero de 2016

POLÉMICA EN LA TILDACIÓN DE SOLO - SÓLO


Imagen tomada del blog Contintarojacorrecciones
EL PROBLEMA

Siguiendo con la acentuación, toca ahora mencionar el polémico tema de la tildación diacrítica, pero en palabras como solo, este, ese  y aquel.  Seguro que muchos de los lectores de esta nota recordarán que – en nuestra formación escolar – se insistió en que nos acostumbráramos a tildar estas palabras cuando cambiaran de función gramatical.
Por ejemplo con relación a la palabra solo. Esta podía funcionar como adverbio de cantidad: “Solo quiero otra oportunidad". Sin embargo, también podía funcionar como adjetivo: “Me he quedado muy solo”. En consecuencia,  para señalar la diferencia entre ambas funciones se recomendaba tildar la mencionada palabra cuando se desempeñara como adverbio y no tildarla cuando funcionara como adjetivo. ¿Recuerdan esta recomendación? Seguramente que sí, al menos quienes ya pasaron los treinta años.

EL CASO  DIACRÍTICO

Ahora bien, esta tilde se denominaba diacrítica porque servía para distinguir dos palabras de igual escritura y pronunciación, pero de diferente función gramatical. Lo mismo sucedía con los demostrativos  este, ese aquel. Palabras  que, según las circunstancias, podían funcionar como determinantes o como pronombres. En estos casos, si tenían función de pronombre se tildaban aun cuando – en ambos casos – la sílaba tónica fuese la misma. “Este joven se parece a este”. Esa es la función de la tildación diacrítica.
Sin embargo, todo cambia y fluye. Como la lengua es un hecho social,  también cambia o – según otros – se perfecciona. Por lo tanto, desde el la edición de la Ortografía del Español 2010 (RAE), se recomendó con mayor énfasis suprimir la tildación diacrítica en las mencionadas palabras. 
Se argumentaba que la diferenciación entre ambos significados se debía determinar por el contexto y eso era suficiente.
Ejemplo:
¿Solo quiero estar solo?
Esta no fue una decisión repentina. Dicha recomendación ya venía cocinándose incluso antes de la edición ortográfica de 1999. Sin embargo, como ya dije, en la edición de 2010, la recomendación para suprimir la tilde-  para estos casos -   fue más enfática. 
Todos aquellos que padecieron un largo tiempo hasta acostumbrarse a tildar estos polisílabos, se sintieron desconcertados.

LA POLÉMICA

Pues bien, atención, el asunto no ha terminado.  Si bien es cierto que en la educación básica se ha aceptado disciplinadamente la recomendación actualizada de la Ortografía de 2010, esto no ha sucedido en todos los ámbitos. Muchos lingüísticas y escritores de oficio como narradores, periodistas, ensayistas, por mencionar a ciertos grupos, han decidido – diríamos- desacatar tal recomendación.  Es decir que la tilde diacrítica sigue apareciendo en sus escritos para estos casos. ¿La razón? Consideran que el contexto no basta para determinar el sentido de estos vocablos: se necesita de la tilde de todas maneras.
Proponen un ejemplo para demostrar la necesidad de mantener la tilde: “Me quedado solo por ti”.  
Se afirma que hay duda entre “me he quedado  solo (solamente) por ti” o “me quedado muy solo (soledad)  por ti”.
Cuando me refiero a escritores puedo mencionar incluso a miembros de la RAE. Es decir que el asunto va en serio y la polémica de la tilde diacrítica para polisílabos es un tema que no ha salido del candelero. 
Por ejemplo acabo de leer la novela "Hombres buenos" de Arturo Pérez Reverte (miembro de la RAE) en donde – aparte de la genial historia que nos narra – aparecen tildadas las palabras en discusión.  Lo mismo hacen otros académicos como Javier Marías o Pere Gimferrer. Para aumentar la lista menciono a escritores importantes como Carlos Prado  e incluso al peruano  Jorge Eduardo Benavides quien declara que seguirá tildando estas palabras porque así es como se le enseño a escribir.

¿SE PUEDE DESACATAR UNA DECISIÓN COMO ESTA?

¿Esto es posible? ¿Acaso no es la RAE una entidad con la autoridad suficiente como para imponer un modo ortográfico? Claro que no. La RAE como la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) tienen la encomiable misión fijar la norma que regula el uso correcto de la lengua española armonizando su esencial unidad con la diversidad de su realización; pero esto no es suficiente para imponer un uso. La lengua – como ya se dijo – en un producto social que está en constante transformación. A veces, como estos casos, es el hablante el que termina por fijar el uso en mérito al constante uso y aceptación de las mayorías.

UNA OPINIÓN Y CONSEJO


Por mientras, sólo me queda recomendar a los estudiantes que eviten la tilde para ahorrarle angustias a su profesor quien se podría sentir solo en su empeño de uniformar la ortografía. Sin embargo, para quienes ya no tienen que depender de una nota, supongo que este artículo será solo una referencia y que luego, cada quien decidirá lo de la tildación según como este le venga en gana.

sábado, 6 de febrero de 2016

¿Me guio o me guío? ¿Con tilde o sin tilde?


Ni modo, si ya mencionamos los casos de  tildación en los monosílabos, hay que continuar con el tema.

¿Cuál es la diferencia entre los siguientes enunciados? Pon atención en las palabras resaltadas.
-          El hombre me fio ayer algunos comestibles.
-          Hoy ya no te fío porque no tengo confianza en ti.

¿Por qué en el primer caso la palabra remarcada no tiene tilde y en el segundo caso, sí?

Pues te habrás dado cuenta de que en el primer enunciado la palabra es un monosílabo y en el siguiente caso es un bisílabo; esto último porque hay un hiato: separación silábica de dos vocales seguidas debido a que la mayor intensidad  recae en la vocal débil. Hay una regla de excepción que indica que en casos de encontrarse con esta  clase de hiato (adiptongo) se colocará una tilde: mía, púa, baúl, etc.

Por lo tanto, habrá que tener cuidado en el uso de aquellas palabras que en ciertos casos funcionan como monosílabos y, en otros, como bisílabos.  Cuando sean monosílabos no tendrán tilde, pero si hay hiato – y la palabra se vuelve bisílabo – entonces se usará la tilde llamada disolvente.


Más ejemplos:

-       Yo lo crie como a un hijo                          / - Tal vez él te críe como debe ser
-       Ayer Juan me guio por  aquí                   / - Si hoy te guío con cuidado me pagarás
-       Una vez te fie y no pagaste                    / - Para que ahora te fíe tendrás que pagarme
-       Ella rio toda la noche                           / - Si me río es porque me acuerdo de un chiste
-       Se levantó y frio la carne                   / - Ahora ya no frío la carne con manteca