Encuentro un artículo en donde se
demuestra que varios de los miembros de la Real Academia Española (RAE) no
acatan algunas  las nuevas  recomendaciones dadas por la propia RAE en
sus ediciones  de gramática y  ortografía. Por ejemplo,  aquella  en la  que se recomienda escribir  el adverbio 
“solo” ya sin tilde, incluso una recomendación mucho más antigua como aquella de la tildación en los pronombres demostrativos "este","ese" y "aquel".
¿Qué es esto? 
Si los propios académicos
no respaldan las recomendaciones dadas por 
la institución a la que pertenecen, y si tomamos en cuenta que esa
institución es nada menos que la más representativa  de la lengua castellana, entonces no queda de
otra sino suponer  que no todas las innovaciones
planteadas han sido suficientemente pensadas; de lo contrario, no se estuviera
dando esta especie de rebelión académico – idiomática. Y pensar que quienes
estamos vinculados con la educación, y más específicamente con el manejo
correcto del idioma, hemos estado buscando maneras didácticas para promover la
aplicación de las reformas ortográficas. Esto, por supuesto,  motivado por la
consigna de que una buena comunicación verbal se logra cuando todos los
participantes (emisor y receptor) manejan el mismo código y con las mismas
recomendaciones normativas.
¡Tenía que suceder!
Ahora bien, esta situación se veía venir porque - ya desde antes de la edición de la "Nueva gramática de la lengua española 2009" - se encontraban algunas voces incómodas por algunos cambios sugeridos, tanto para la "Nueva gramática" como para la "Ortografía de la lengua española 2010". Por ejemplo, la aceptación del posesivo como modificador de un adverbio como es el caso de la "incómoda" expresión: detrás tuyo. La expresión que se daba por correcta era: detrás de ti. Como muchos, no encuentro razón valedera para convertir al posesivo en modificador del adverbio detrás. Un adverbio puede modificar a un adjetivo, no a la inversa; sin embargo, la aceptación se dio en la edición oficial  y - a los civiles - no nos quedaba de otra, sino acatar. Bueno acatar hasta ahora, porque si la rebelión viene de los mismos académicos, entonces se presume la llegada de tiempos de discrepancia. Y justo cuando se acercan las celebraciones  por el tricentenario de la RAE.
Para quienes quieran comprobar la
noticia que motiva este comentario les dejo la dirección: “castellano. org”

