Transcribo un artículo que encontré en el diario El Comercio, del día cinco del abril. En el que se comenta los errores gramaticales que cometió el - ahora famoso - juez Urbina en la resolución que favorece a los comerciantes de La Parada.
Motivado por el artículo, busqué dicha resolución y pude constatar dichos errores, y otros más que la comentarista evitó tocar.
No diré que me sorprende, pero sí que me apena confirmar que nuestras autoridades aun persisten en un trabajo tan descuidado en las formas. En fin.
El juez y la RAE
La primera oración de la sentencia
del Caso La Parada me hizo pensar que todos cometen errores: se trataba de un
proceso “dirigida” contra un jefe policial. Las siguientes líneas me sugirieron que la señora que interpuso la acción quizá
estaba confundida: aunque luego desistió, creyó que Nadine debía ser
incluida en el proceso por permanecer indiferente a pesar de ser “por mandato
de la costumbre defensora (…) de las
mujeres”.
Rápidamente, sin embargo, me di
cuenta de que el problema estaba en la inteligencia verbal del juez. "La destitución del cargo que ostentan por que pretenden justificar..."
No me malinterpreten, entiendo
que es complicado diferenciar “porque”
de “por que” y reconocer los nombres
propios que van con mayúsculas. Que por distraído uno hable del mercado “marista”
en lugar de “mayorista”, de acciones de inteligencia, de lo que “subyasce”, del “trato
indiscriminatorio”,de lo “escluido”.
Comprendo también que no todos
tienen que citar bien en alemán y que Leibniz suena igualito a las variables
que propone el juez (Leimniz, Libniz, Leibnitz, Leibnis, Leimniz, Lebniz), y
que su lugar de nacimiento – Leipzig – es fonéticamente indéntico al Leipzis.
Lo que sí no entiendo tanto es
que – considerando sus limitaciones – el juez en cuestión tentase al destino
con oraciones que requieren signos de puntuación complejos, del tipo “(…)
también subyasce en la obra cumbre de la humanidad después de la Biblia; ergo ´El
Quijote de la Mancha´, - de Miguel de Cervantes Saaavedra – (…)”.
Tampoco entiendo, en fin, por qué
el Poder Judicial no invierte su dinero en comprar un procesador de textos con
autocorrector.
Dejo la dirección de la resolución para que, cada quien, saque sus conclusiones. Esto al margen de lo controversial de sus decisiones.. http://cde.elcomercio.e3.pe/66/doc/0/0/5/9/0/590342.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario