|
Imagen tomada de Ejemplosde.com.mx |
Ya casi está por terminar esta selección de notas
sobre la tildación. Espero que les esté siendo de utilidad a algunos de
ustedes.
Ahora hay que abordar el asunto de la tildación
sobre los elementos interrogativos y exclamativos. El asunto no es tan sencillo
como pareciera.
Primero daremos algunos ejemplos generales; luego indicaremos
los casos particulares en donde aparecen algunas dudas y, finalmente,
situaciones particulares en donde la tildación dependerá de la intención del
redactor.
DIFERENCIAS ENTRE LAS PREGUNTAS Y EXCLAMACIONES DIRECTAS E INDIRECTAS
a.
Casos directos – con signos de entonación
-
¿Qué ha pasado?
-
¡Qué libro más extraño!
b.
Casos indirectos – sin signos de entonación
-
No sabemos qué ha pasado.
-
Por cierto, qué hermosa portada de libro.
Como te habrás fijado, la tildación sobre estos pronombres
(interrogativos y exclamativos)- en el
caso de las preguntas directas - es más fácil
de detectar. La presencia de los signos de entonación, más la natural intensidad que recae sobre los
pronombres resaltados en negrita, permitirá determinar el uso de la tilde.
¿QUÉ SUCEDE CUANDO LAS PREGUNTAS Y EXCLAMACIONES
SON INDIRECTAS?
Si te fijas en el ejemplo anterior - de los casos
indirectos - notarás que no hay signos que respalden el uso de la tildación.
Ahora bien, los signos sí hacen falta: es
indispensable hacer uso de ellos. Sin embargo, se acepta que podría haber
confusión en ciertas expresiones que usan las mismas palabras, pero que no
necesitarán de esta tildación porque – obviamente – no son los casos de
interrogaciones ni de exclamaciones.
Un par ejemplos:
a.
Casos interrogativos y exclamativos indirectos
-
Por favor, dinos cuánto debemos esperar para
saberlo.
-
Por cierto, cuánto dolor debió sentir aquella
vez.
b.
Casos diferentes en donde no hay sentido interrogativo
o exclamativo
-
Dile que iremos en cuanto podamos a la reunión.
-
Es verdad cuanto te he dicho, amigo.
En el caso "a" se usa la tilde, pero en el el caso " b " (siendo las mismas palabras) se omite el uso de ella ¿Por qué?
Porque en el segundo bloque - obviamente - dichas palabras no funcionan como interrogativos ni exclamativos.
¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS PARA DETERMINAR LA TILDACIÓN?
Pues bien, aun cuando no es consejo académico, generalmente puede funcionar en casos de duda y, más aún, cuando estemos apurados en la redacción de nuestros textos.
Resulta bastante
útil enfatizar la voz sobre el pronombre o adverbio supuestamente interrogativo
o exclamativo. Dicho de modo más simple, subir la intensidad de la voz sobre la palabra en cuestión. Si en el contexto parece tener sentido con el propósito del enunciado, entonces se
confirma el uso de la tildación.
Atención con siguientes los ejemplos:
a.
No sabe cuántos
participaron en la votación.
Si se enfatiza el elemento resaltado,
se notará el sentido interrogativo indirecto. Coloquemos la tilde
b.
Lo sabremos en cuanto hagamos un recuento.
Si
se intenta enfatizar el elemento resaltado, se notará que no es una situación
interrogativa y que, por lo tanto, no necesitará de la tilde.
Más
ejemplos:
-
No entiende cuán grande es su desdicha / No sabría cómo explicarle el
asunto
Preguntas indirectas
-
Mira qué fácil / Hay que ver cuánto has crecido
Exclamaciones
indirectas
En cambio:
-
Dijo que todo era sencillos / Ejercicios como
estos ayudan / iré en cuanto pueda
Son casos en donde no hará falta este tipo
de tilde.
CASOS DE PREGUNTAS DIRECTAS EN DONDE NO SE USARÁ LA TILDE
Resulta que hay situaciones de preguntas y exclamaciones directas (con signos) en donde no deberá colocarse la tilde, aunque la forma oracional pareciera requerirla
Ejemplo:
- ¿Que no sabes quién es Pepe?
- ¡Como si fuera tan fácil!
Si te fijas bien, no es recomendables el uso de la tilde. No hay intensidad.
En estos casos se puede utilizar el mismo recurso; es decir determinar primero su sentido por la intensidad prosódica (la fuerza de la voz). Inténtalo.
Como te das cuenta, las palabras resaltadas no funcionan como enfáticos y no necesitan de tilde
CASOS ESPECIALES
Sin embargo, el asunto no termina allí. Te puedes encontrar
con situaciones en donde la elección de la tildación dependerá del sentido del
mensaje.
Por ejemplo:
- Se
ha olvidado de quién la cuidó todo su
infancia
Es
decir, se ha olvidado de qué persona la cuidó, no recuerda quien fuera esa
persona. Se debe colocar la tilde.
b - Se
ha olvidado de quien la cuidó toda la infancia
Es
decir, se ha olvidado de la persona que la cuidó, ya no tiene presente a esa
persona. No hay necesidad de tilde.
Otros ejemplos:
a - La
decisión dependerá de cuántos participen en el proyecto
Es
decir, la decisión dependerá de qué número de personas participen en el
proyecto. Se debe colocar tilde.
b - La
decisión dependerá de cuantos participen en el proyecto
Es
decir, la decisión dependerá de lo que
opinen las personas que participen en el proyecto.
CONCLUSIONES
Ojalá te sirva esta nota ortográfica. Después de
todo, no sabemos cuándo puede aparecer
una frase interesante, pero complicada en nuestro texto. Pues bien, cuando eso
suceda ya tienes una salida que te ahorrará tiempo.
¿Cuándo puede suceder? ¿Quién podría tener otra mejor opción? No sabría responder bien
por ahora. ¿Quien la tenga, la compartirá? Esperemos.